VOLVER AL PASADO NO ES UN PASO ATRÁS
Segundas partes nunca fueron
buenas y terceras partes siempre han sido innecesarias. MIB 3 no
añade nada nuevo, pero aun así, cumple con las expectativas.
Haciendo una retrospectiva a
1997, nos encontramos con MIB, una adaptación del comic de Marvel, donde unos
hombres trajeados se dedicaban a salvar el mundo de ataques alienígenas sin inmutarnos de su presencia. Esta
película en su momento fue un boom y ha pasado a la historia de nuestras vidas;
siempre que vemos a un hombre trajeado y con gafas, te viene a la mente este
film. La primera entrega fue innovadora, con buenos efectos especiales y unos
gags buenos y frescos, de ahí su éxito. La segunda se dedicó a repetir la misma fórmula
que la primera, aunque con resultados distintos. No llegó al nivel de la primera, aunque tenía varios
puntos interesantes.
10 años más tarde de la segunda
entrega y con 325 millones de dólares de presupuesto, llega a las pantallas MIB
3 (vamos a dejar el 3D de lado). En esta ocasión, hay un malo malísimo que
quiere acabar con el mundo y los MIB tienen que detenerlo, por ahora sin
novedades. Al igual que las anteriores, la película empieza con la llegada del
malo a la Tierra, que podemos decir que ya es algo tradicional. El malo es
Boris “El animal” (¿No quedaban más motes?), un asesino alienígena al que “K”
capturó en 1969. Boris intenta vengarse, y para ello viaja a 1969 para matar a
su captor. El agente J, Will Smith (absoluto protagonista de esta entrega)
viaja al pasado para impedir que el joven “K” muera. A partir de aquí, es donde
empiezan los mejores momentos del film; un negro trajeado en 1969, todos
sabemos lo que puedo acarrear… Aunque sin lugar a dudas, el momento más
divertido de MIB 3 y sobre todo, el menos esperado, es el momento en que los
agentes van a The Factory, la casa de Andy Warhol, interpretado por Bill Hader.
Donde nos presentan al artista desde otro punto de vista…
Como he dicho, Will Smith es el
autentico protagonista de la película, dejando en esta ocasión al “abuelete” Tommy Lee Jones en un papel más secundario. Como fan del señor Smith, no puedo hablar
mal de él, su actuación es mordaz, no defrauda en ningún momento.
Josh Brolin, el agente K joven,
está mejor de lo que esperaba. Yo soy de esos ¿puritanos? que cuando cambian
algo que me gustaba no lo miro con buenos ojos. Pero en esta ocasión, he de
reconocer que Brolin aprueba. Recrea a la perfección a “K” y el parecido
físico está muy logrado (aunque para tener 29 años está un poco cascado). El villano de esta nueva
adaptación, aunque sea el punto de inicio de la historia y la trama principal,
queda un poco al margen, ya que los buenos momentos del film nos lo dan la
dupla Smith-Brolin.
Emma Thompson, agente O, pasa sin
pena ni gloria por la saga. Su única razón, es la meter con calzador en el
guion, una historia de amor entre ella y K cuando eran jóvenes. “Z” como jefe
de los MIB no tiene rival. El malo de esta cinta, como he dicho antes, se queda
bastante al margen de los buenos momentos, pero Boris “el animal” (Jermaine Clement), está a la altura, aunque no llega al nivel de Edgar. Eso sí, también
nos deja buenos momentos al encontrarse Boris pasado y futuro. Y por último, en cuanto a
personajes, hablamos de Griffin (Michael Suthlbarg), un personaje peculiar y extraño, a
la vez que entrañable, que intenta aclarar el tema de los viajes en el tiempo.
Los viajes en el tiempo, es otro
de los pilares del film, y, he de reconocer que cuando tocamos este tema, la
cosa se complica. Saliendo de la sala me quedé con la sensación de que había
cosas que no me terminaban de cuadrar … ¡¡los saltos temporales era distintos
según le convenía al protagonista!! Pero bueno, no hemos venido a ver una
película de viajes en el tiempo, así que, es algo secundario, no nos desviamos
del principal atractivo del film, el entretenimiento y las risas.
Los efectos especiales no son el
eje de la película, como en las dos anteriores, pero los que hay están
logrados, mucho abuso del ordenador, pero esto ya es normal en Hollywood. Esta
nueva entrega, más que batallas memorables con alienígenas (que también las
hay), intenta ser más sensible y menos alocada. Algunos la critican como la más
infantil, aunque a mí me parece que es la más seria y dramática de todas.
En conclusión, MIB 3 cumple con
lo que promete, entretenimiento puro y diversión al máximo. No supera en
frescura a la original pero mantienen vivo su humor característico y nos
desvela más datos sobre los protagonistas. Es un autentico placer volver a ver
esas gafas negras y no sé si habrá cuarta película (espero que Tommy Lee Jones
aguante sin bastón), pero yo no me canso de ver a estos hombres de negro
haciendo de las suyas.
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