viernes, 1 de junio de 2012

CRÍTICA: MEN IN BLACK 3

VOLVER AL PASADO NO ES UN PASO ATRÁS  


Segundas partes nunca fueron buenas y terceras partes siempre han sido innecesarias. MIB 3 no añade nada nuevo, pero aun así, cumple con las expectativas.


Haciendo una retrospectiva a 1997, nos encontramos con MIB, una adaptación del comic de Marvel, donde unos hombres trajeados se dedicaban a salvar el mundo de ataques alienígenas sin inmutarnos de su presencia. Esta película en su momento fue un boom y ha pasado a la historia de nuestras vidas; siempre que vemos a un hombre trajeado y con gafas, te viene a la mente este film. La primera entrega fue innovadora, con buenos efectos especiales y unos gags buenos y frescos, de ahí su éxito. La segunda se dedicó a repetir la misma fórmula que la primera, aunque con resultados distintos. No llegó al nivel de la primera, aunque tenía varios puntos interesantes.

10 años más tarde de la segunda entrega y con 325 millones de dólares de presupuesto, llega a las pantallas MIB 3 (vamos a dejar el 3D de lado). En esta ocasión, hay un malo malísimo que quiere acabar con el mundo y los MIB tienen que detenerlo, por ahora sin novedades. Al igual que las anteriores, la película empieza con la llegada del malo a la Tierra, que podemos decir que ya es algo tradicional. El malo es Boris “El animal” (¿No quedaban más motes?), un asesino alienígena al que “K” capturó en 1969. Boris intenta vengarse, y para ello viaja a 1969 para matar a su captor. El agente J, Will Smith (absoluto protagonista de esta entrega) viaja al pasado para impedir que el joven “K” muera. A partir de aquí, es donde empiezan los mejores momentos del film; un negro trajeado en 1969, todos sabemos lo que puedo acarrear… Aunque sin lugar a dudas, el momento más divertido de MIB 3 y sobre todo, el menos esperado, es el momento en que los agentes van a The Factory, la casa de Andy Warhol, interpretado por Bill Hader. Donde nos presentan al artista desde otro punto de vista…


Como he dicho, Will Smith es el autentico protagonista de la película, dejando en esta ocasión al “abuelete” Tommy Lee Jones en un papel más secundario. Como fan del señor Smith, no puedo hablar mal de él, su actuación es mordaz, no defrauda en ningún momento.

Josh Brolin, el agente K joven, está mejor de lo que esperaba. Yo soy de esos ¿puritanos? que cuando cambian algo que me gustaba no lo miro con buenos ojos. Pero en esta ocasión, he de reconocer que Brolin aprueba. Recrea a la perfección a “K” y el parecido físico está muy logrado (aunque para tener 29 años está un poco cascado). El villano de esta nueva adaptación, aunque sea el punto de inicio de la historia y la trama principal, queda un poco al margen, ya que los buenos momentos del film nos lo dan la dupla Smith-Brolin.

Emma Thompson, agente O, pasa sin pena ni gloria por la saga. Su única razón, es la meter con calzador en el guion, una historia de amor entre ella y K cuando eran jóvenes. “Z” como jefe de los MIB no tiene rival. El malo de esta cinta, como he dicho antes, se queda bastante al margen de los buenos momentos, pero Boris “el animal” (Jermaine Clement), está a la altura, aunque no llega al nivel de Edgar. Eso sí, también nos deja buenos momentos al encontrarse Boris pasado y futuro. Y por último, en cuanto a personajes, hablamos de Griffin (Michael Suthlbarg), un personaje peculiar y extraño, a la vez que entrañable, que intenta aclarar el tema de los viajes en el tiempo.

Los viajes en el tiempo, es otro de los pilares del film, y, he de reconocer que cuando tocamos este tema, la cosa se complica. Saliendo de la sala me quedé con la sensación de que había cosas que no me terminaban de cuadrar … ¡¡los saltos temporales era distintos según le convenía al protagonista!! Pero bueno, no hemos venido a ver una película de viajes en el tiempo, así que, es algo secundario, no nos desviamos del principal atractivo del film, el entretenimiento y las risas.

Los efectos especiales no son el eje de la película, como en las dos anteriores, pero los que hay están logrados, mucho abuso del ordenador, pero esto ya es normal en Hollywood. Esta nueva entrega, más que batallas memorables con alienígenas (que también las hay), intenta ser más sensible y menos alocada. Algunos la critican como la más infantil, aunque a mí me parece que es la más seria y dramática de todas.

En conclusión, MIB 3 cumple con lo que promete, entretenimiento puro y diversión al máximo. No supera en frescura a la original pero mantienen vivo su humor característico y nos desvela más datos sobre los protagonistas. Es un autentico placer volver a ver esas gafas negras y no sé si habrá cuarta película (espero que Tommy Lee Jones aguante sin bastón), pero yo no me canso de ver a estos hombres de negro haciendo de las suyas. 


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